jueves, julio 29, 2004

Una pequeña historia . .

(escuchando "+ bien" de Gustavo Cerati, extraído del disco "+ bien", banda sonora) Desde hace algunos días, Eva sueña rarezas los fines de semana. Alguien me pregunta, ¿por qué en esos días? -Bueno, porque durante el transcurso de la semana no tiene tiempo ver las noticias, pues está pegada a su computadora; buscando una manera de escapar del mundo real. Escucho otra interrogante: -¿Es algo estilo "Matrix"? No sé. Pero las imágenes dibujadas por Eva me parecieron muy normales (con las locuras que a veces ocurren en la vida diaria, los sueños parecen más normales que la misma realidad). Un día, comenzó a caminar sobre la Avenida Insurgentes a la altura del Circuito Interior; de pronto, sintió que el piso se desvanecía y que caminaba sobre el tráfico insoportable poco después del mediodía. Los policías, veían su rostro como si fuese un ángel extraviado. Los niños de la calle corrían tras el júbilo de su vuelo. Los "viene, viene"*, ya no ayudaban a su cliente a estacionar su vehículo. El cielo era casi perfecto, como en los cuadros de Monet. El ruido de los carros era una orquesta bien dirigida por un oficial situado en medio de la avenida; pareciera que fuese el director de cámara; y cuando grita, le recordaba a Pavarotti interpretando "Las Bodas de Fígaro." A su vez, los peatones formaban una cadena humana y parecía que cantaban el coro de esa canción que a Eva y su madre gustaba tanto . . Al despertar contemplaba el sol sabatino. Preparaba el riguroso café mañanero, alzó el teléfono y miró el identificador de llamadas. . . —¿Esteban?, si supieras lo que soñé anoche wey, ¿dónde estás? Tras escuchar otra voz en el teléfono y recibir la noticia se dirigió al librero, tomó la foto de Esteban y sonrió. —Gracias por la sinfónica de anoche. Extrañaba esa canción. Inédito de: Jorge Javier Cocompech López. *Popularmente me refiero a los acomodadores ambulantes de vehículos.